Tuesday, Sep 29 2020

Community support prevents sexual violence during COVID-19 pandemic

Original posted by Ana Vidu

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Scientific Articles

  • Banyard, V. L., Plante, E. G., Cohn, E. S., Moorhead, C., Ward, S., & Walsh, W. (2005). Revisiting Unwanted Sexual Experiences on Campus: A 12-Year Follow-Up. Violence Against Women11(4), 426–446. https://doi.org/10.1177/1077801204274388
  • Chanchlani, N., Buchanan, F., & Gill, P. J. (2020). Addressing the indirect effects of COVID-19 on the health of children and young people. Cmaj, 192(32), E921–E927. https://doi.org/10.1503/cmaj.201008
  • Roca, E.; Melgar, P.; Gairal-Casadó, R.; Pulido-Rodríguez, M.A. (2020). Schools That ‘Open Doors’ to Prevent Child Abuse in Confinement by COVID-19. Sustainability, 12, 4685. https://doi.org/10.3390/su12114685

Explanation of the Post

The pandemic context sorrounded COVID-19 evidence the need to create strong community support in order to faster prevent violence from happening and aslo act in case of need (Chanchlani et al., 2020). The pandemic just shed more light about an already studied reality. In 2005, Victoria Banyard and colleagues published about bystander intervention, in order to focus on the active role of those who witness some situation of harassment.

In this line, in the educational contexts, other actions have been later promoted, such as: (1) dialogic workspaces, (2) dialogic gatherings, (3) class assemblies, (4) dialogic pedagogical gatherings with teachers, (5) mixed committees, and (6) dynamisation of social networks with preventive messages and the creation of a sense of community, which are being implemented both in-site and virtually during the pandemic lockdown.

Other sources

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6 Comments

  1. COMMENT:
    
    En mi opinión, sí es necesario crear una red de apoyo comunitario para prevenir cualquier tipo de violencia en las casas durante la pandemia del Covid-19, e incluso después. Es una evidencia clara que la violencia familiar es un hecho, ya sea entre parejas, entre padres e hijos y viceversa, e incluso entre hermanos, por tanto opino que una red de apoyo podría ayudar mucho en estos casos.
    Generalmente, la violencia más conocida y más puesta en práctica es la violencia machista, y por tanto considero que debería darse más importancia a esta, a pesar de que las demás también sean importantes, debido a que es la violencia que más víctimas deja por el camino, y la más difícil de erradicar.
    Como decía Lenguita, Paula A:
    En síntesis, la violencia machista, recrudecida producto del confinamiento, el aumento de la explotación silenciada del trabajo de cuidado no remunerado, desarrollado mayoritariamente por las mujeres, y la inobservancia de la salida brindada en los barrios populares, por la modalidad de cuidados comunitarios, son las claves de un aprendizaje necesario para construir una alternativa feminista a la crisis civilizatoria actual. Por consiguiente, es preciso considerar la ampliación del derecho a cuidar en tiempos de post-pandemia. Para lograr así un reconocimiento integral de esa esfera de la vida reproductiva, sin el sexismo que persiste en ese sentido. Queda claro que, la crisis sanitaria es una oportunidad para cambiar las cosas, abandonar definitivamente el agobio femenino en la disciplina doméstica y escribir un capítulo renovado sobre la centralidad de la vida en la reproducción social.

    OTHER SOURCES:

    • Lenguita, Paula A. (2021). Luchas feministas, cuidados y comunidad en la post-pandemia.Telos: revista de Estudios Interdisciplinarios en Ciencias Sociales, 23 (1), Venezuela. (Pp. 141- 149). 
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  2. COMMENT:
    “Mientras el mundo lucha contra el impacto devastador de la pandemia de COVID-19 y su efecto negativo en las mujeres, una pandemia de feminicidios y violencia de género acaba con la vida de mujeres y niñas en todas partes” – Dubravka Šimonovic

    Tal y como comenta ONU Mujeres, la pandemia producida por el COVID-19 ha traído consigo el aumento de “otra pandemia en la sombra: la violencia contra las mujeres”. Es evidente, que el propio confinamiento ha provocado, y provoca, que la tensión y el estrés estén cada vez más presentes por culpa de las preocupaciones acerca de la seguridad, la salud y el dinero, lo cual ha generado que las mujeres y las niñas mantengan un riesgo incrementado a sufrir violencia. Así pues, la violencia machista, que antes ya era un problema a abordar, ahora es mucho mayor debido a que millones de mujeres han tenido, y tienen, que estar encerradas en casa con sus agresores, teniendo la oportunidad estos últimos para ejercer esa conducta controladora y agresiva y por ende, aumentando las barreras que dificultan la solicitud de ayuda y la denuncia por parte de las víctimas. Sin embargo, ¿Se ha hecho algo para poder atender este aumento de casos durante la pandemia? ¿Se ha abordado con efectividad este gran problema?

    Según un estudio realizado por la ONU Mujeres y la PNUD donde se analizaron la provisiones gubernamentales de 206 países y territorios en busca de tres áreas con enfoque de género, entre ellas, la violencia de género, tan solo 25, es decir, un 12% de los países y territorios estudiados, habían adoptado y establecido líneas de ayuda, albergues o medidas judiciales para contrarrestar el aumento de la violencia de género registrado durante la pandemia. Así pues, eso nos da a entender que millones de mujeres se han visto encarceladas en sus propias casas sin posibilidad alguna de pedir ayuda debido a la falta de recursos; debido a que el gobierno de sus respectivos países les han desatendido, les han ignorado y por lo tanto, las han condenado a vivir una de las peores situaciones que puede haber.

    Además, ya no solo se trata de si la víctima de violencia machista ha sido ignorada solamente por el gobierno de su país, sino si el círculo de personas que le envuelven, es decir, tanto familiares, amigos/as y vecinos/as, han sabido detectar esta situación violenta a pesar de que ella no haya dicho nada. Y aquí está la cuestión: no solamente se trata de realizar medidas por parte del gobierno para poder detectar y solventar tales situaciones, sino también de capacitar mínimamente a las personas de toda comunidad para poder saber qué hacer cuando se percatan que alguien cercano a él/ella está padeciendo tal violencia, ya sea un familiar, amiga, vecina o incluso una desconocida que se encuentren por la calle. No solo se trata de medidas gubernamentales (sobre todo en esta crisis donde el confinamiento hace que la víctima esté situada durante meses en un mismo lugar y que por ello, sea más difícil detectar el caso desde asociaciones, organismo, etc.), sino también de crear redes de apoyo comunitario para poder prevenir más rápidamente que ocurra este tipo violencia e intervenir si hiciera falta. Pues esta red de apoyo puede generar grandes cambios, puede evitar situaciones de injusticia y sobretodo, puede salvar vidas. Y es por ello, que actualmente se requiere de una mayor conciencia acerca de estas situaciones; porque quienes tenemos al lado, hoy más que nunca, son esenciales.

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  3. COMMENT:
    En mi opinión, es de total importancia la creación de una red que apoye a nivel comunitario a los colectivos afectados por la violencia, ya sea familiar entre padres e hijos o entre hijos y entre padres. 

    Creo conveniente destacar la violencia de género, en concreto la violencia machista, pues se trata de un tema de absoluta vigencia. Tras los meses de confinamiento durante el Estado de Alarma a causa de la pandemia del COVID-19, muchas mujeres se vieron obligadas a convivir las 24 horas del día con sus maltratadores, y al igual que ellas, muchos niños y niñas. Esto es un problema que desgraciadamente existe los 365 días del año y que se ve cada vez con más frecuencia. Por ello, una red de apoyo comunitario para poder prevenir o intervenir en estas situaciones es tan importante, pues podrían salvarse vidas con ella. 

    OTHER SOURCES:

    • Sandra, W. (2020). Cuarentena por coronavirus dispara la violencia contra las mujeres en América Latina. https://p.dw.com/p/3bTqO
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  4. COMMENT:
    Atendiendo a los datos de los estudios realizados los útlimos meses, posteriores al confinamiento domiciliario que se vivió prácticamente a nivel mundial, podemos decir que es un hecho ineludible el aumento de violencia en el hogar. Dicho aumento se eleva entorno al 50%. (Agudelo González, Gloria.23 de Abril de 2020. NuevaTribuna.es)La crisis sanitaria ha tenido consecuencias muy desfavorables para aquellos niños y niñas que ya sufrían de antes situaciones violentas en casa. La incertidumbre, la privación de libertad, posible aumento de consumo de alcohol, no ir a la escuela, despedidos en el trabajo de algún miembro de la familia, son auténticos detonantes para que se produzcan escenarios de lo más difíciles en núcleos familiares donde ya estaban presentes conductas violentas.
    Por tanto, no debemos mirar hacia otro lado y asumir que la comunidad a la que estas familias pertenecen, que es la nuestra, porque es una realidad que se da en cada barrio, de cada ciudad, deben (debemos) actuar de inmediato mediante diferentes estrategias.
    Pongo un ejemplo, si tienes un vecino o vecino de vecino, familiar, etc. y eres conocedor de esta situacion, actúa y pide ayuda, no lo pienses ni un segundo, si ya es difícil denunciar a alguien que vive en tu propia casa, en situación de confinamiento domiciliario todavía más.
    Por otro lado, el gobierno y las autoridades competentes deberían hacer como ha hecho Canadá, donde se ha ”incluido en su plan de emergencia contra la COVID-19 una partida de 150 millones de dólares para apoyar los esfuerzos municipales, estatales y nacionales para prevenir la violencia doméstica durante la pandemia.”
    Los servicios sociales, los colegios, las organizaciones no gubertamentales, entre otras instituciones, tienen o deberían tener como labor ofrecer recursos de apoyo, campañas de comunicación e información que lleguen a todos los domicilios y así fomentar la protección de los niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad, aportando información y acompañamiento de éstos mismos. 

    Soy consciente de que se han movido varios programas de acción ante estos hechos, entre ellos personalmente conozco la línea telefónica ”HelpLine”,900 90 75 23 impulsada por la ONG Save The Children, donde niños y niñas pueden llamar a cualquier hora del día expresando sus preocupaciones y/o miedos, recibiendo atención psicológica si fuese necesario, in situ.

    Todos y todas los y las ciudadanas formamos parte de esto de una u otra manera, por lo tanto, tambíen es nuestra responsabilidad si corremos un tupido velo ante la realidad que nos pertenece.

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  5. COMMENT:

    Al llarg de la pandèmia de COVID-19, els casos de violència sexual han augmentat exponencialment, de la mateixa manera que la taxa de denúncies policials i de serveis socials ha disminuït. Així, els experts en aquests àmbits tracten de cercar alternatives de protecció i millora d’aquesta situació a través de la investigació d’aquesta realitat, arribant a qüestionar-se l’afirmació: “el suport comunitari prevé la violència sexual durant la pandèmia de COVID-19”. D’aquesta manera, s’ha vist com com el recolzament social encara que no compte com un factor amortiguador per a les persones exposades a la violencia sexual sobretot en època de restriccions, aquest, si és un factor de gran rellevancia en quant a la prevenció de violencia sexual cap als infants a l’època de confinament, funcionant aquest acte com un reforçament de les ferramentes que serveixen com un suport per a la detecció, prevenció i denúncia de realitats de violencia.  

    OTHER SOURCES:

    Roca, E., Melgar, P., Gairal-Casadó, R., & Pulido-Rodríguez, M. A. (2020). Schools that ‘open doors’ to prevent child abuse in confinement by COVID-19. Sustainability, 12(11), 4685. Recuperado de: 
    https://uv.primo.exlibrisgroup.com/discovery/openurl?institution=34CVA_UV&vid=34CVA_UV:VU1&aulast=Melgar%20Alcantud&id=doi:10.3390%2Fsu12114685&auinit=P&atitle=Schools%20That%27Open%20Doors%27%20to%20Prevent%20Child%20Abuse%20in%20Confinement%20by%20COVID-19&sid=google 

    Birkeland, M. S., Thoresen, S., Blix, I., & Web of Science. (2021, 1 enero). Sin efecto amortiguador del apoyo social percibido para las personas expuestas a la violencia durante la pandemia de COVID-19: un estudio comunitario transversal. Revista Europea de Psicotraumatología, 12. Recuperado de:  
    https://www.webofscience.com/wos/alldb/full-record/WOS:000722007700001

    Kourti, A., Stavridou, A., Panagouli, E., Psaltopoulou, T., Spiliopoulou, C., Tsolia, M., … & Tsitsika, A. (2021). Violencia doméstica durante la pandemia de COVID-19: una revisión sistemática. Trauma, violencia y abuso , 15248380211038690. 
    https://www.webofscience.com/wos/alldb/full-record/WOS:000685804500001

  6. En mi opinión es necesaria la creación de una red de apoyo para prevenir todo tipo de violencia, ya no solo machista, sino entre familiares como hermanos, padres… En cuanto a la violencia machista, que es la más conocida por desgracia, con la pandemia del COVID-19, muchas mujeres se vieron con la obligación de encerrar-se con sus parejas abusivas debido al estado de alarma que decretó el Estado. Estas mujeres tuvieron que convivir a base de violencia, tanto física como psicológica las 24 horas del día, durante meses, sin que nadie les ayudara, estaban solas. De hecho, como la revista de El País ha dicho “el número de atención a las mujeres víctimas, han aumentado un 18% del 14 al 29 de marzo respecto a la misma quincena del pasado febrero. Son 521 llamadas más, hasta alcanzar 3.382 en estas dos semanas”, es decir, muchas mujeres llamaron a pedir ayuda desesperadas ante las actitudes de sus maltratadores con ellas.
    Yo personalmente conozco a una mujer que pasó por esto, pero nadie lo sabía, y durante la pandemia, ella y sus hijos sufrían ataques de su respectiva pareja, a cualquier hora del día y era inevitable. Creo que es muy importante comunicar a tu ambiente de lo que ocurre, o si has visto un caso de violencia de género, da igual seas quien seas, comunicarlo para ayudar a esas personas que no se atrevan.

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