Ciertas culturas no occidentales han vivido la igualdad de género en, por lo menos, ciertos aspectos de la vida. Por ejemplo, en “Sexo y temperamento en tres sociedades primitivas” Margaret Mead investigó los patrones culturales de los Arapesh en confrontación con otros de Papua Nueva Guinea encontrando que hombres y mujeres eran pacificos y la crianza de los hijos era una responsabilidad compartida. Sin embargo, en el mundo occidental de la época de Margaret Mead no se había conseguido aún la coresponsabilidad en la crianza de hijos. Por lo tanto esta afirmación es, a mi entender, un bulo.