SCIENTIFIC ARTICLES:
- Valls, R., Puigvert, L., & Duque, E. (2008). Gender violence among teenagers: Socialization and prevention. Violence against women, 14(7), 759-785. https://doi.org/10.1177/1077801208320
- Van Gelder, N., Peterman, A., Potts, A., O’Donnell, M., Thompson, K., Shah, N., & Oertelt-Prigione, S. (2020). COVID-19: Reducing the risk of infection might increase the risk of intimate partner violence. EClinicalMedicine, 21. https://doi.org/10.1016/j.eclinm.2020.100348
- Cornwall, A., & Edwards, J. (2015). Introduction: Beijing+ 20–where now for gender equality?. IDS Bulletin, 46(4), 1-8. https://doi.org/10.1111/1759-5436.12149
- Emery, C. R. (2011). Disorder or deviant order? Re-theorizing domestic violence in terms of order, power and legitimacy: A typology. Aggression and Violent Behavior, 16(6), 525-540. https://doi.org/10.1016/j.avb.2011.07.001
- García Campana, A., Hidalgo Lacalle, M., López León, M. D. C., & Román Almendros, M. D. R. (2018). Los micromachismos en los adolescentes. Su asociación con las relaciones de pareja y el modelo de maternidad y paternidad. http://hdl.handle.net/10045/77597
- Towns, A. J., & Terry, G. (2014). “You’re in That Realm of Unpredictability” Mateship, Loyalty, and Men Challenging Men Who Use Domestic Violence Against Women. Violence Against Women, 20(8), 1012-1036. http://doi.org/10.1177/1077801214546232
- Suárez, J. (2013). El micromachismo en la publicidad. Nuevas estrategias para viejos estereotipos. 7(2), 239-251 https://doi.org/10.5209/rev_PEPU.2013.v7.n2.46176
- Peralta García, L., Ufarte Ruíz, M., & López-Caniego, M. (2019). Micromachismos y prensa digital. Revista ICONO 14. Revista Científica De Comunicación Y Tecnologías Emergentes, 17(1), 162-183. https://doi.org/10.7195/ri14.v17i1.1220
- García Campana, A., Hidalgo Lacalle, M., López León, M. D. C., & Román Almendros, M. D. R. (2018). Los micromachismos en los adolescentes. Su asociación con las relaciones de pareja y el modelo de maternidad y paternidad.Cultura de los Cuidados. 22(51): 144-153. https://doi.org/10.14198/cuid.2018.51.16
IMAGE:
COMMENT:
It is said in Spain that “micromachismos” (soft violence) are an important cause for gender violence to be perpetuated because it is silent.
Such a concept is quite unusual on international scientific research databases.
There doesn’t exist consensus on which behaviors are micromachismos. Therefore, certain forms of violence against women can be excused as microviolence, reducing its significance and importance. It is not comparable to look down on your girlfriend with not cooking.
SCIENTIFIC ARTICLES:
COMMENT:
There is no evidence supporting that “micromachismos” are the root of gender-base violence.
Although gender-based violence has been broadly studied and conceptualized, “micromachismos” are not included as a specific typology of gender-based violence (Van Gelder et al., 2020; Cornwall & Edwards, 2015; Emery, 2011). Besides, those who consider “micromachismos” as the cause of gender violence suggest that all men are potentially abusers (Garcia-Campana et al., 2018), which is totally false, as there are men who, not only do not exercise gender violence, but position themselves next to the victims (Towns & Terry, 2014).
He buscado en Wikipedia el término “micromachismo” y solo existe en castellano, catalán, euskera, gallego y magyar. ¿Por qué será…?
https://es.wikipedia.org/wiki/Micromachismo
COMMENT:
Bonino reconoció y publicó que basó su concepto de “micromachismo” en el concepto de “micropoderes” de Foucault. Teniendo en cuenta que este autor no solo defendió la despenalización de la violación y la pederastia, sino que siempre consideró que esas propuestas eran las únicas defendibles desde su concepto de poderes y micropoderes, es bastante indignante que se presente un concepto basado en él en los programas que en teoría luchan contra la Violencia de Género, cuando lo que hacen es fomentarla. Las investigaciones científicas sobre masculinidades ya han demostrado que el concepto de “micromachismo” como machismo invisible se lanza contra los chicos más igualitarios y que más colaboran con las chicas en la lucha contra la desigualdad y la violencia de género, dejando en un plano secundario la lucha contra los verdaderos machistas que son los que agreden física y psíquicamente a las mujeres.
OTHER SOURCES:
COMMENT:
El término micromachismo me parece que tiene que ver con una concepción introspectiva heredera de ciertos modos religiosos que señalaban la culpabilidad esencial inmanente de todo ser humano, que en definitiva ha de reconocer su orientación hacia el pecado por el hecho de existir. Esta concepción de pecado “original” se ha racionalizado en la modernidad y sobre todo en la posmodernidad como una correspondencia fatal entre cultura (o el relato) y ser humano en la que la cultura determina a los seres humanos que que la conforman. Sin negar por supuesto que existan condicionantes socioculturales, se afirma que colonizan absolutamente el espíritu humano, incapaz de transformación individual o social, al menos en un sentido igualitario, sino que solo son reales las luchas de poder entre intereses irreconciliables y los relatos que los sostienen. Lógicamente se termina sosteniendo (de forma más o menos explícita) que todo esto se sostiene en condicionantes genéticos propios de la naturaleza humana. Queda sí servida la correlación entre ser hombre y ser machista en un modo análogo al modo en que Foucault consideraba que la única verdad incontestable es que entre seres humanos cualquier relación es una relación de poder, y que incluso aquellos que manifiestan luchar por la igualdad reproducen fatalmente relaciones de poder ocultando sutilmente sus verdaderos impulsos a los demás e incluso a sí mismos.
Los y las que defienden el uso teórico y práctico de términos como el “micromachismo” consideran en todo caso que es la introspección la forma más importante de lograr la transformación (obviando el deseo de se supone que hay detrás de ello), insistiendo en que en todo hombre se pueden encontrar micromachismos aunque sean difíciles de identificar para una mirada no experta, en un proceso que sería propiamente inacabable. Se introduce así, subrepticiamente, el sentimiento de culpa y sospecha como principal motor de transformación en cualquier hombre independientemente de su comportamiento (aunque son conocidas las perversiones y doble moral en que puede derivar esto). Esta sería la tarea que encomiendan a los “hombres feministas” que consideran que los micromachismos son el concepto clave de la lucha contra el patriarcado: no tanto actuar contra la violencia machista o a apoyar a las mujeres, sino tratar de no ser machista “interiormente”, porque se constata que el principal problema es que en toda interacción con las mujeres es posible descubrir actitudes machistas, aunque sean inconscientes. Desde estas concepciones se considera, obviamente, que no cabe en el hombre el participar o tener voz en organizaciones feministas puesto que los comportamientos y el tipo de relaciones que se establezcan entre hombres y mujeres, tienden a no ser igualitarios, que lo esperable es que todo hombre tienda a creerse superior a las mujeres, o a buscar más protagonismo o a imponer su punto de vista, y por tanto probablemente ejerza su machismo en estos colectivos. En todo caso, se aconsejan reuniones terapéuticas solo entre hombres que les permitan tomar consciencia de su machismo y elaborar ejercicios de constricción y “purificación”.
Creo que el término “micromachismo” y las conjeturas que lo sostienen son realmente antifeministas porque entorpecen las relaciones igualitarias entre hombres y mujeres y benefician especialmente a todos aquellos que realmente ejercen violencia o abusos contra las mujeres, pudiendo incluso atraer hacia posturas machistas a hombres y mujeres que no comparten que se sospeche constantemente de los hombres con retóricas excluyentes. Se impide así un ejercicio de socialización más igualitaria con potencial transformador que puede darse en las organizaciones feministas que aceptan o incluso estimulan la diversidad.
Termino poniendo un ejemplo muy significativo de un artículo en un diario incapaz de ver la gran carga machista contenida en unas manifestaciones de C. Tangana, y que por el contrario el autor considera “esperanzadoras” (sic):
El publicista y presentador le preguntó cómo le sentaba que le llamasen “heterazo”, a lo que el artista contestó: “Es que es verdad. Todo lo que me ha enseñado el feminismo es que soy un heterazo y que estoy dominado por todos los patrones de macho, ¿tú no?”. Y añadió: “Soy un machirulo aunque no quiera”.
https://www.eldiario.es/cultura/musica/radiografia-nueva-masculinidad-c-tangana-vampirizar-imagen-rosalia-mujeres-florero-ultimo-videoclip_1_6403595.html
Evidentemente estas declaraciones no impiden que C. Tangana siga componiendo y canciones o escenificando videoclips exhibiéndose entre de mujeres cosificadas y sexualizadas, por mucho que aparezca en una ante un confesionario acusándose y enumerando a todas las mujeres con las que ha mantenido relaciones sexuales, jugando descaradamente con la ambivalencia entre culpa y prestigio que le dan sus conquistas, por supuesto debido a “un impulso animal ligado a una virilidad incontrolable”.
OTHER SOURCES:
Scientific articles:
COMMENT:
“Micromachismo” is tolerated and accepted by much of society because it is low-level.
There are many references in everyday life from television to advertising through labor relations that can be perfectly considered as “micromachismo”. But are they tolerable attitudes or can they be considered true sexism and should we fight it? In the very definition of “micromachismo” we find sexism itself and it should not be accepted.
“‘Micromachismo’ is a symbolic violence that recalls the validity of patriarchal convictions in the design of society” Suárez, J. (2013). El micromachismo en la publicidad. Nuevas estrategias para viejos estereotipos. 7(2), 239-251 https://doi.org/10.5209/rev_PEPU.2013.v7.n2.46176
“All of them (neosexism, new machismos or benevolent machismos) reveal the validity of androcentrism and patriarchy, which is showing new faces, obeying the desire to maintain privileges of imposition and domination on which the system is based”.Peralta García, L., Ufarte Ruíz, M., & López-Caniego, M. (2019). Micromachismos y prensa digital. Revista ICONO 14. Revista Científica De Comunicación Y Tecnologías Emergentes, 17(1), 162-183. https://doi.org/10.7195/ri14.v17i1.1220
“Micromachismos” are practices of male domination in everyday life, precisely grounded in the social / cultural subtlety, almost imperceptible, exercised by even the “least macho man in the world”. García Campana, A., Hidalgo Lacalle, M., López León, M. D. C., & Román Almendros, M. D. R. (2018). Los micromachismos en los adolescentes. Su asociación con las relaciones de pareja y el modelo de maternidad y paternidad.Cultura de los Cuidados. 22(51): 144-153. https://doi.org/10.14198/cuid.2018.51.16
It seems that there is no doubt that “micromachismo” is directly considered sexism.
El autor Bonino explica que micromachismos son actos de violencia de baja magnitud, que suceden en la vida cuotidiana como, por ejemplo:
– Utilitarios: se abusa de las capacidades femeninas de servicio y se naturaliza su trabajo como cuidadoras.
– Encubiertos: sutiles, se impone las verdades masculinas a la voluntad de la mujer.
– Crisis: mujeres rompen la balanza de la desigualdad en la pareja.
– Coercitivos: fuerza moral, psíquica i económica hacia la mujer.
Por tanto, son actos de violencia débil que la mayoría de veces no son intencionados, sino que ya nos vienen impuestos por la sociedad, sea por la familia o por la educación que reciben las personas desde temprana edad, por esta razón, estos actos son normalizados y no se les da la importancia necesaria.
Un ejemplo muy claro de nuestra interiorización de los micromachismos es que se pueden manifestar por la televisión sin ser juzgados por la sociedad. En un programa de televisión denominado como “La isla de las tentaciones” en la que un participante menospreciaba a su pareja con la frase: “Me gusta salir más con mis amigos que con mi pareja, mejor estar solo que tener un Pokémon al lado” Este comentario no fue en ningún momento juzgado por nadie ni se le dio la importancia que se merecía.
Actualmente, estas acciones deplorables no quedan todas impunes, un ejemplo de este avance de la sociedad es que, en el ultimo mes se ha viralizado un fragmento del programa de televisión “First Dates” donde un hombre con personalidad narcisista hace repetidos comentarios débiles para infravalorar a la mujer con la que tiene la cita. Este acto fue muy criticado por las redes sociales y se juzgó la acción realizada.
Por lo que podemos afirmar que, estos gestos de violencia débil ya no son todos aceptados por la sociedad actual gracias a los cambios educativos que estamos recibiendo.
Los micromachismos son una forma de violencia que existe pero no es la principal causa de violencia de género puesto que para Benalcázar-Luna, M., & Venegas,G. (2017), los micromachismos son agresiones cotidianas machistas de baja intensidad, cometidas tanto por hombres como por mujeres y no son cuestionadas debido a la naturalización de los esquemas inequitativos de género. Para ellas, por tanto, los micromachismos son considerados violencia simbólica.
Según Arantxa Elizondo y Elena Duque, en un artículo del Diario Feminista, los micromachismos meten a todos los hombres en el mismo saco, generalizando y banalizando la violencia de género. En lugar de poner el foco en “hombres imperfectos” que reproducen micromachismos, defienden que se ha de denunciar a los violentos y a los agresores que destruyen a mujeres física y psicológicamente.
Benalcázar-Luna, M., & Venegas, G. (2017). Micromachismo: manifestación de violencia simbólica. UTCiencia, 2(3), 140-149.